Patricio fue a una prisión en Ecuador por
asalto agravado, y salió de ella con un anhelo ardiente por abrir un templo
entre los no alcanzados en una remota selva norteña. Conoció al Señor en una
celda y hoy es un siervo de Dios con un profundo amor por las almas perdidas.
La santidad, la oración, el estudio bíblico y la predicación son su pan de cada
día.
Un grupo de evangelistas con un ministerio carcelario lo llevó a
Cristo, ellos fueron testigos del poder transformador de Dios obrando en
Patricio, viéndolo cambiar de asaltante temerario a misionero lleno del poder
de Dios. Asimismo, lo vieron entregarse por completo a la oración y al estudio
bíblico.
Tras salir de la cárcel, se fue a construir
un templo a lo largo del río Cayapa, entre el grupo étnico ecuatoriano conocido
como “los chachis”. En ese lugar, Patricio descubrió que no estaba
completamente preparado para lidiar con los conflictos que surgían en su
pequeña congregación. Muchos aldeanos tenían creencias animistas y otros tenían
conceptos bíblicos errados.
Patricio oraba fervientemente por una mejor comprensión de las
Escrituras y por sabiduría para ser de bendición en la congregación que
pastorea, y Dios lo escuchó. Con la ayuda de la organización Christian Aid
Mission, se pudo abrir un Instituto Bíblico en medio de las montañas de la
selva.
El instituto brinda capacitación a
misioneros y líderes de iglesias en áreas remotas de la selva. "Agradezco
a Cristo por estos estudios bíblicos. Ahora entiendo que la salvación es por
gracia y misericordia de Dios", dijo Patricio. Actualmente, Dios está
usando poderosamente a Patricio para llevar su Palabra en medio de los chachis.
Fuente: impactoevangelistico.net
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