0

INGLATERRA.- Un iraní, que odiaba a muerte a Israel, entregó su vida a Cristo en su habitación y su vida cambió radicalmente.

Darwish fue un comandante del Ejército iraní, pero detrás del uniforme ocultaba su adicción a las drogas. Después de ser sacado del cargo, dejó Irán en busca de una vida mejor en Inglaterra, donde pidió asilo, según la organización One For Israel.

En su solicitud, Darwish justificó su necesidad de asilo por ser un "cristiano perseguido". Este fue un truco para aumentar sus posibilidades de ser legalizados en el Reino Unido, donde se puede disfrutar de la libertad y la prosperidad.

Sabiendo que debía aumentar su conocimiento del cristianismo, Darwish asistió a una iglesia. Sin embargo, su corazón no se rindió a las verdades del Evangelio. "Mi cerebro estaba lleno de información, pero mi corazón seguía siendo duro", dijo.

El día de la entrevista para concederle el asilo, Darwish le pidió a su pastor que lo acompañara, pero se negó. "Usted no es un cristiano", le dijo el pastor. "Es todo mentira. Jesús les pidió que se apoyen en la verdad, y la verdad los libertará".

Darwish se indignó por la negativa del pastor y temía el riesgo de ser deportado a Irán. Esa noche, solo en su casa, clamó a Dios. "Si hay un Dios, que se revela a mí porque ya no puedo más", oró en la desesperación.

En el mismo instante, Darwish sintió el toque del Espíritu Santo por primera vez. "En ese momento, fui sano completamente de las drogas. Él tocó mi corazón", dijo. "Un gran poder ha funcionado en mi corazón. Intenté varias veces renunciar a las drogas, pero no pude. Pero le pedí a Jesús comenzar una nueva vida, y Él me escuchó".

Hoy Darwish no tiene espacio para el odio. “Por mucho tiempo, yo solía creer en una mentira sobre el pueblo judío. “Comencé a leer la Biblia y, a través de ese estudio, Dios me dio una pasión, un amor por el pueblo judío, porque Él es el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Jesús salvó mi vida y cambió mi vida”, dijo.


Publicar un comentario

 
Top