Los estadounidenses han
desarrollado mejores relaciones con todos los grupos religiosos principales,
excepto los cristianos evangélicos. Un estudio de Pew Research publicado el
jueves, dice que los judíos, los musulmanes, los ateos, los católicos, los
budistas y los hindúes han mejorado su posición con los estadounidenses, pero
las relaciones con los evangélicos no se han movido desde 2014.
A pesar
de su estancada relación, el 44 por ciento de los estadounidenses dicen
sentirse positivamente sobre los evangélicos. Sin embargo, gran parte de ese
favor proviene de los propios estadounidenses evangélicos. Las calificaciones
bajan a sólo el 32 por ciento cuando se eliminan las respuestas de otros
evangélicos.
Los
investigadores dicen que una de las principales razones por las que los
estadounidenses no se están acercando a los evangélicos es porque los
estadounidenses no conocen suficientemente a los evangélicos.
Un estudio de 2013 dice
que 1 de cada 5 estadounidenses no conoce personalmente a un evangélico y que
el grupo no es muy popular entre los millennials (jóvenes entre 20 y 35 años).
Los estadounidenses que conocen personalmente a los evangélicos los califican
más alto en la escala de favorabilidad de Pew Research.
Curiosamente,
muchos cristianos son cada vez más reacios a etiquetarse evangélicos debido al
estigma negativo que rodea el término. Algunos estadounidenses asocian
directamente a los evangélicos con la controversia que rodea al presidente
Donald Trump y al Partido Republicano.
Esta
asociación no es infundada. Pew informa que los evangélicos son el grupo
religioso de mayor rango en el Partido Republicano.
Mientras
que el informe puede estar preocupando a algunos evangélicos, los sociólogos
Brad Wright dijeron a Christianity Today que los evangélicos no deben
obsesionarse con la opinión pública.
"Hay
muy poco que podamos hacer para cambiar las opiniones de otras personas de
todos modos", dice. "Diciéndonos una y otra vez que los demás no nos
quieren no sólo es inexacto, sino que también potencialmente impide la fe misma
que buscamos avanzar".
Fuente: mundocristiano
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