No solo odiaba a los
cristianos, sino que también sus seguidores los atacaban. Sin embargo, después
que falleció y estaba siendo preparado para su entierro, asustó a toda su
familia, volviendo a la vida con un nuevo mensaje de salvación y esperanza en
Jesucristo.
No solo odiaba a los
cristianos, sino que también sus seguidores los atacaban. Sin embargo, después
que falleció y estaba siendo preparado para su entierro, asustó a toda su
familia, volviendo a la vida con un nuevo mensaje de salvación y esperanza en
Jesucristo.
Munaf Ali (nombre ficticio por razones de seguridad), era un
imán [líder musulmán] influyente y predicador erudito del islam en un país de
Medio Oriente.
Un día un equipo de la
Misión Bibles4Mideast (“Biblias para Medio Oriente”) se acercó al imán y ambas
partes se encontraron en una discusión vigorosa sobre la autoridad de Jesús y
el Evangelio. Munaf negó la divinidad de Jesucristo y la credibilidad de la
Biblia.
El pastor Paul le ofreció una copia del Nuevo Testamento al
lider islámico, pero el se negó a recibirla. Visiblemente perturbado, el imán
maldijo al pastor y a su equipo.
Aquella misma noche, el imán incitó a una multitud a atacar el
lugar donde el pastor Paul y su equipo estaban hospedados, con gritos de
“Allahu Akbar” (“Alá es grande”).
Pero el Espíritu Santo habló a los corazones de aquellos
misionero y les ordenó dejar el lugar unas horas antes del ataque, según relató
Bibles4Mideast.
Pocos días después, Munaf volvía a su casa, después de las
oraciones religiosamente hechsa todos los viernes, cuando de repente se sintió
mareado, cayó al suelo, quedó inconsciente y murió.
Munaf contó que
después de morir vio demonios viniendo a buscar su alma.
“Vayanse ahora, malditos demonios. Ustedes no tienen derecho de
llevarse mi alma!”, dijo Munaf en aquel momento, según su relato. “No nos
iremos. Tomar tu vida es nuestro derecho así que vendrás con nosotros”, le
respondió uno de los demonios.
Encuentro Transformador
El ex musulmán cuenta que enseguida Jesucristo apareció delante
de él, con un gran ejército de ángeles y los demonios huyeron rápidamente.
Entonces Jesús habló a su corazón: “Escucha, el primer Adán
desobedeció a Dios y pecó bajo la influencia de Satanás. Yo soy el segundo
Adán, la Palabra de Dios y el Mesías: Jesús, Hijo del Altísimo. Nací de la
virgen María, como un Hijo del Hombre, sin pecado, para redimir a Adán y a
todos sus descendientes del pecado y de la muerte”.
“Fuí crucificado y morí para rescatarte y librarte de todos tus
pecados, para hacer de tí un hijo de Dios y ciudadano del cielo” continuó Munaf
citando su visión de Jesús.
El ex líder musulmán tabién contó que Jesús afirmó que tiene
autoridad de devolver la vida y le ordenó a Munaf que se volviese Su seguidor.
“Resucité de entre los muertos y abrí las puertas del cielo para
trarte de vuelta a la gloria eterna. Ten fe en mi y sé mi testigo. Te doy tu
vida de vuelta, pues tengo la autoridad de dar vida”, dijo Jesús, según el ex
imán.
Cuando el alma de Munaf volvió a su cuerpo, sus hijos y otros
miembros de la familia estaban tratando de colocarlo sobre una mesa para
lavarlo y prepararlo para su entierro. Muchas otras personas también estaban en
la sala.
Su familia y amigos quedaron sorprendidos y algunos comenzaron
agritar cuando Munaf abrió los ojos y se sentó en la mesa. Muchos quedaron
espantados y se fueron, como si hubiesen visto un fantasma.
“Yo estaba muerto y demonios intentaron llevarse mi alma, pero Jesús
vino y me devolvió la vida”, dijo, temeroso, en el momento en que volvió en si.
Algunos creyeron en su relato, pero otros se negaron a creer y
comenzaron a ridiculizarlo. Una de las personas dijo que Munaf había perdido
sus sentidos, producto de un fuerte golpe en la cabeza.
“Está hablando cosas sin sentido”, dijo un hombre.
Mientras que otras personas afirmaban que estaba poseído por
demonios.
“Está poseído por un espíritu maligno”, acusó otro.
Frutos
Munaf se volvió un testimonio audaz de Jesucristo, evangelizando
a su familia y a todos los que visitaban su casa, después de su notable
experiencia. Su familia inmediatamente creyó en su testimonio acerca de Jesús y
todos entregaron sus vidas a Cristo.
Como resultado de su testimonio, fue expulsado de la mesquita
donde enseñaba sobre el Corán y otros líderes le pidieron que buscase ayuda de
un psiquiatra.
Buena parte de la comunidad musulmana local también comenzó a
perseguir a Munaf y a su familia.
Poco tiempo después, enfrentando serias amenazas, Munaf y sus
parientes dejaron su casa y su país de origen.
El pastor Paul pidió que todos se mantengan orando por Munaf y
su familia, para que Dios los proteja mientras continúen evangelizando por
donde vayan.
Fuente: Guiame
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