El Poder De La Alabanza En Acción tomando como ejemplo a
Pablo y Silas estando en la cárcel de Filipos y
de la manera más sencilla pero clara estudiaremos el ¡PODER EN ACCIÓN! que tiene la ¡ALABANZA! cuando la entonamos directamente a Dios;
independientemente de las circunstancias negativas, adversas y desfavorables en
la que muchas veces nos encontramos. De hecho aún el ¡PODER DE LA ALABANZA! se da en medio de
situaciones difíciles así como lo analizaremos a continuación. Veamos.
1. LA SITUACIÓN DE
PABLO Y SILAS
·
Fueron aprendidos: les
echaron manos (vr. 19a)
·
Fueron traídos al
foro: las autoridades en la plaza (vr. 19b)
·
Fueron presentados a
los magistrados: los jueces (vr. 20a)
·
Fueron acusados de alborotar (desordenar) la ciudad
(vr. 20b)
·
Fueron acusados de enseñar costumbres iliciticas (vr. 21)
·
El pueblo se agolpó contra ellos: se levantó, amotinó (vr. 22a)
·
Los magistrados les
rasgaron (quitaron, arrancaron) sus ropas (vr. 22b)
·
Azotados por orden de los
magistrados (vr. 22c, 23)
·
Puestos en la cárcel y guardados por seguridad: vigilados con
cuidado (vr. 23)
·
Metidos en el calabozo de más adentro (interior): un lugar más
profundo (vr. 24a)
·
Aseguraron (sujetaron) sus pies
en el cepo (vr. 24b)
¿Es fácil alabar el nombre de nuestro Dios en
situaciones como estas? ¡NO! Pero es cuando más tenemos y debemos
alabarlo para así experimentar liberación y victoria! (vr. 25, 26).
2. LA ACTITUD DE
PABLOS Y SILAS
·
A media noche oraron (vr.
25)
No sabemos con exactitud
el estado de ánimo en que se encontraban: si estaban tristes o alegres, tampoco
era hora ni lugar de oración. Sin embargo aquí los vemos orando y
cantando (Mateo 5: 10-12). En cierto sentido es un cumplimiento de lo que dijo
Santiago el hermano de Jesús en su carta que lleva su propi nombre: “¿Está
alguno entre vosotros afligido? Haga oración…” (Santiago 5: 13a). Ana también lo
experimentó así (1 Samuel 1: 1-10), Jonás (2: 1, 2, 7, 9) el mismo Jesús (Mateo
26: 36-46; Marcos 14: 32-42; Hebreos 5: 7).
·
A media noche cantaban himnos
a Dios (vr. 25)
Himno (gr. Jumnéo): un canto de alabanza en
las celebraciones, muy parecido en los Salmos del Antiguo Testamento que
alababan a Dios por todo lo que Él es, relataba las obras de Dios, lo alababa
por ellas y por todo lo que había hecho (Mateo 26: 30; Marcos 14: 26; Hechos 16:
25; Efesios 5: 19; Colosenses 3: 16). Un cantico directamente del corazón a Dios.
Resaltamos aquí en este
versículo de Hechos la especificidad del autor sagrado (Lucas), cuando expresa
que Pablo y Silas “cantaban himnos a Dios” (vr.
25). De hecho el centro de la alabanza es el mismo Dios y tiene que
ser dirigida a Dios; porque la alabanza es de Dios: “Este pueblo he creado para
mí; MIS alabanzas
publicará” (Isaías 43: 21). Escudriñar las siguientes citas bíblicas (Salmos
102: 18; Efesios 1: 3-6)
¿No cree usted que la
alabanza o el canto (como usted quiera llamarle) que suena, se oye diferente y
hace distinción es donde se incluye y se menciona a nuestro Señor JesuCristo, a
Dios, al Espíritu Santo, a la Palabra de
Dios misma (la Biblia)? ¡Canto y música sacra! ¡Identidad!
Tengamos mucho cuidado
con la “música blanca”
que hoy se está grabando y cantando en las iglesias cristianas; donde no se
sabe a quién va dirigida la letra del canto o la alabanza: si a Dios, a la
mujer, a la naturaleza o cualquier cosa (sin censura). Recuerde que el único
que merece gloria, alabanza, etc., es Dios y nadie más; por lo tanto hay que
mencionarlo e incluirlo en lo que cantamos para ÉL. ¿Y qué decir de los nombres
que tienen algunos “grupos” de alabanza? Tampoco menciona
a Dios y lo peor ya no quieren llamarse “ministerio” de alabanza, sino mi
“banda”. ¡Cosa tremenda!
3. LOS RESULTADOS DE
PABLO Y SILAS
·
Sobrevino de repente un gran terremoto: un temblor fuerte
(vr. 26a)
·
Los cimientos de la cárcel se sacudían: se estremecían y
temblaban (vr. 26b)
·
Al instante se abrieron todas las puertas de la cárcel (vr. 26c, 27a)
·
Las cadenas se soltaron instantáneamente (vr. 26d)
·
La conversión del carcelero y su familia (vr. 27-34)
¡Fue una liberación
sobrenatural producto de sus himnos de alabanza a Dios! (vr. 25-27), muy a
pesar de los azotes, cárcel,
calabozo, cepo (vr. 22-25). ¡Aquí tenemos el PODER DE LA ALABANZA EN ACCIÓN! ¡Sólo aquellos que
pueden alabarlo como debe ser lo verán, experimentarán, vivirán y sabrán
siempre! No queda otra que seguirlo alabando a tiempo y fuera de tiempo,
independientemente de las situaciones o circunstancias difíciles, adversas,
desfavorables, negativas que a diario se nos presentan en la vida, familia,
hogar, iglesia, ministerio y otras áreas.
Necesariamente no
tenemos que esperar estar bendecidos, saludables, bien económicamente y
en otras áreas de la vida para alabarlo, glorificarlo, exaltarlo, darle
gracias, adorarlo, etc., pudiendo hacerlo todas las veces posibles e
independientemente de las dificultades, problemas, enfermedad, crisis,
conflictos, escacez y mucho más (Números 21: 16-20; Josué 6: 4,
9, 13, 16, 20; Jueces 7: 19-25; 2 Crónicas 20: 19-28; Habacuc 3: 17-19).
CONCLUSIÓN: después de haber
estudiado esta edificante Palabra preguntamos: ¿vale la pena
seguirlo alabando muy a pesar de? ¿Estamos listos, dispuestos para hacerlo?
¿Nos animamos de ahora en adelante alabarlo en toda circunstancia, lugar y
tiempo? Nunca olvidemos uno de
los propósitos por el cual Dios nos creó: “para publicar Sus alabanzas” (Isaías
43: 21). Además tengamos siempre en cuenta que el don de la vida también es
para alabarlo (Salmos 102: 18; 118: 17; 150: 1-6; Isaías 38: 18-20). Y como
dijo el mismo apóstol Pablo también desde una celda a los filipenses (carta que
escribió estando preso en Roma): “Regocijaos en el Señor Siempre. Otra vez
digo: ¡Regocijaos!” (Filipenses 4: 4). Además no olvide que Dios habita en medio de la
alabanza (Salmos 22: 3). ¡Hagámoslo con entendimiento! (Salmos 47: 7)
Autor: PrediCantor Garys Leandro
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