Un indio abandonó el hinduismo para entregar su
vida a Jesús. La actitud le trajo muchos problemas, pero se mantuvo firme en su
fe, a pesar de que pasó por varias dificultades e incluso torturas.
“Tengo 45 años y, no hace mucho, era el único cristiano en mi
pueblo”, informa Jhon*, un residente de una región* de India. Jhon comparte que
cuando descubrieron que era cristiano, sus vecinos se volvieron contra él y
comenzaron a perseguirlo. “Eso no me impidió adorar a Jesús, comenzaron a
amenazar mi vida. Aun así, me negué a abandonar al Señor, entonces empezaron a
torturarme”, relata.
Jhon tomó una decisión: comenzó a orar por las personas que lo
perseguían. “Comencé a orar por mis vecinos, pidiéndole al Señor que cambiara
sus corazones. Con el tiempo, mis vecinos comenzaron a permitirme el acceso al
pozo de agua local y comenzaron a venderme comida en nuestro mercado",
comparte el valiente cristiano.
Orar por sus vecinos que lo perseguían le abrió oportunidades
para tener más relaciones con estas personas. “Mi comunicación con mis vecinos
mejoró tanto que comencé a compartir el Evangelio con ellos. Alabado sea el
Señor, porque muchos se han arrepentido y se han vuelto a Jesús”, testifica.
Jhon informa que todo ha cambiado. "Ahora todo es diferente
para mí en mi pueblo", dice el indio que pide ayuda en oración "para
que todos en su pueblo y alrededores respondan al Evangelio".
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