CJ MacDonald fue el primer paciente con covid-19 en salir del
respirador en el hospital donde fue tratado. Él atribuye su milagro a Dios,
quien escuchó las oraciones de familiares, vecinos, amigos y personal de salud.
“Estuve
en cama con fiebre durante cuatro días antes de que mi esposa Dylana me llevara
a la sala de emergencias”, dice MacDonald. Cuando salió del hospital, la
enfermera le recomendó a su esposa que comprara un oxímetro de pulso, un
dispositivo que se coloca en la punta de un dedo para monitorear el nivel de
oxígeno en sangre. Dylana buscó en Internet y descubrió que solo había una
unidad en Dallas, en una tienda a una milla de su casa.
Dos días después, el dispositivo reveló que su nivel de oxígeno
había disminuido drásticamente. “Salimos inmediatamente para el hospital. Fui
admitido y me sometí a una prueba de coronavirus. Durante los siguientes días,
mi nivel de oxígeno siguió disminuyendo. Me trasladaron a la UCI y me
conectaron a un ventilador”, relata.
Un flujo constante de personal del hospital que no trabajaba en
su caso oraban afuera de su habitación de aislamiento. Familiares, vecinos y
amigos oraban desde sus hogares. Poco después, le retiraron el respirador. “La
enfermera me dijo que yo era el único paciente en el piso que había sido
retirado del respirador hasta entonces”, comenta MacDonald. Este milagro inspiró
y animó a todo el personal de salud.
MacDonald dice que cuando se despertó después de que le quitaron
el respirador, pensó que había dormido seis horas. “Me sorprendió cuando me
dijeron que habían pasado casi cuatro días. Aunque mi visión todavía estaba
borrosa y mi cuerpo débil, pude ver que había recibido mensajes de 43 personas.
También descubrí que mucha gente había orado por mí”, dice.
“No hay nadie que no tenga fe en una unidad de cuidados
Covid-19. Los pacientes, sus familias y los profesionales de la salud oran
constantemente por milagros y bendiciones del Señor. Después de todo, las
drogas, los tubos y los ventiladores no pueden hacer mucho”, justifica. Para
él, que intercedieran a Dios a través de la oración fue lo que le ayudó a
sobrevivir al Covid-19.
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