Thalía* es una joven cristiana que está
dispuesta a regresar a su aldea para compartir el Evangelio de Cristo,
asumiendo el riesgo de ser perseguida hasta la muerte, así lo informa Puertas
Abiertas.
Hace siete años, Thalía entregó su vida a
Cristo. Gracias a su sabia acción para mantener su fe, los líderes budistas de
su aldea no se percataron de su conversión hasta que los jefes descubrieron que
la joven había dejado el budismo para seguir a Cristo.
“Corría para escaparme de los aldeanos. Caí inconsciente al
vacío, al despertar, todos me estaban insultando y golpeando”, recuerda Thalía.
Esa fue la primera vez que la golpearon por su fe. Gracias al testimonio de
cambio de Thalía, cuatro familias, incluyendo la de ella, aceptaron a Jesús en
secreto.
Un día, una mujer de la aldea murió, y se
culpó a la familia de Thalía. La violencia empeoraría una semana después. Con
palos y piedras, un grupo de aldeanos llegaron a su casa. “Me cogieron de manos
y pies, con golpes e insultos me decían: ¡Vete de aquí, ya no eres parte de
nosotros!”, explica Thalía.
Incapaz de protegerse, empezó a sangrar.
Thalía apretó su Biblia con fuerza, protegiéndola tanto como pudo. “Por favor,
no me quiten la biblia, no la destruyan”, dijo llorando. Despertó en un bosque
al lado de su madre, ensangrentada y con dolor, solo pensó en lo que sintió
Jesús camino al calvario.
Actualmente, Thalía se encuentra más segura
de su fe y, a pesar de ser amenazada, está más que segura que volverá a su
aldea a seguir predicando el Evangelio de Jesucristo. ¡Dios bendiga la vida de
nuestra hermana en India! Ella es una inspiración.
Fuente: impactoevangelistico.net
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