Uno de los líderes provida irlandeses, Niam
Uí Bhriain, explicó que la marcha se produjo en “un día increíble y poderoso,
en el que multitudes de gente común salieron a decir no al aborto y sí a la
vida, para decirle a Leo Varadkar (primer ministro irlandés) que perdería este
referéndum sobre el aborto, porque la mayoría de ciudadanos provida ha surgido
y trabajará noche y día”.
Pese a la numerosa marcha, algunos medios irlandeses han tratado de
minusvalorar la movilización provida. Los aplausos más fuertes del día fueron
para Karen Gaffney, una destacada defensora internacional de las personas con
síndrome de Down, que instó a la multitud a ‘Salvar la 8ª’ y proteger el
derecho a la vida de “gente como yo”, y advirtió que, en otros países, las
personas con síndrome de Down están siendo abortadas”.
Vicky Walls de ‘Cada vida cuenta’ llevó a muchos a las lágrimas cuando
habló con emoción de su hija Líadán, diagnosticada de trisomía 18, una
condición que limita su vida, salvada gracias a la octava enmienda de la
Constitución irlandesa. Es por ello, que la marcha por la vida irlandesa se
celebra cada año, alternativamente en Dublín y Belfast, y está organizada por
Life Institute, Youth Defense y Precious Life.
La octava enmienda de la Constitución irlandesa constituye el último
“salvavidas” de los bebés por nacer en Europa. Aprobada en 1983, reconoce sin
ambigüedades que los seres humanos que se están desarrollando en el vientre de
sus madres tienen derecho a la vida. Dicha enmienda fue promovida por los
grupos provida y aprobada por dos tercios de la cámara legislativa y, según
algunos informes, habría salvado la vida de más de 100.000 personas.
Fuente: actuall
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