Michael Overd de 52 años y
Michael Stockwell de 50, estaban predicando y les permitían a las personas
poder hacer preguntas. Se turnaban para responder, hasta que inició un debate
sobre el islam y la fe cristiana. Al discrepar, fueron declarados culpables en
virtud de la Ley Crime and Disorder ACT 1998, en la Corte de Magistrados de
Bristol, que declara sus acciones como delito de orden público.
“Decir
a alguien que Jesús es el único Dios, no es una cuestión de verdad”, expresó el
fiscal a cargo, Ian Jackson durante el juicio que duró cuatro días. Los
predicadores contaban con un vídeo que fue presentado a la Corte.
La directora ejecutiva del Centro Jurídico Cristiano, Andrea
Williams, que está apoyando a los predicadores, expresó que “Cada comentario
acerca de las otras religiones o formas de vida, se tomaron directamente de la
Biblia. La libertad de expresión es fundamental para el funcionamiento de la
sociedad y debe ser protegida a toda costa”.
El argumento del fiscal es que no pueden proclamar lo que “creen
que es verdad”. También se planteó que el contenido de su predicación era
“homofóbico” y “islamofóbico”.
"Tenemos que estar en contra del movimiento que dice que es
sólo aceptable decir cosas que no ofender a los demás. Eso podría ser agradable
para la gente en corto plazo, pero no es beneficioso a largo plazo",
explicó Williams.
El caso de los predicadores que hablaron del amor de Jesús, y
fueron acusados por incitar al odio, no es el primero ni será el último.
“Nuestra motivación de evangelizar en público es el amor. Queremos que la gente
tenga acceso a las Buenas Nuevas de Jesucristo. Estoy sorprendido de que el
mensaje del amor de Dios, sea considerado peligroso e incitador al odio”,
declaró el acusado Michael Stockwell.
Fuente: Christian Concern
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