Revista
médica británica recoge los resultados de un estudio que siguió la evolución de
un grupo de padres y sus hijos, de entre 2 y 4 años
Un tratamiento
terapéutico especializado que enseña a los padres a comunicarse mejor con sus
hijos autistas mejora los síntomas de los
pequeños a largo plazo, concluye un informe publicado en "The
Lancet".
La revista médica británica recoge los resultados de un estudio que siguió la
evolución de un grupo de padres y sus hijos, de entre 2 y 4 años, que
participaron en el llamado Experimento preescolar de comunicación para autismo
(PACT, por sus siglas en inglés).
PACT es un programa terapéutico de comunicación social para niñosautistas implementado por los propios padres, a
quienes se enseña a detectar las particularidades comunicativas de sus hijos y
a responder a ellas.
Los investigadores hicieron un seguimiento de 121 niños, primero en edad
preescolar y luego seis años después.
De estos niños, 59 habían recibido con sus padres la terapia PACT, y el resto
tratamientos convencionales, como intervenciones puntuales con psicólogos.
Entre las familias que recibieron el tratamiento intensivo que ofrece PACT, se
detectó un descenso en los síntomas de autismo de los niños.
El porcentaje de infantes considerados profundamente autistas se redujo de un
55 % al principio del experimento a un 46 % al cabo de seis años.
En el caso de los niños que recibieron tratamientos terapéuticos
convencionales, el porcentaje de pequeños con síntomas de autismo profundo
aumentó, de un 50 a un 63 %.
El tratamiento PACT conlleva sesiones con especialistas, en las que se graba a
los padres interactuando con sus hijos para después mostrarles el vídeo y
enseñarles cómo mejorar la comunicación con sus hijos y captar las sutilezas de
su comportamiento.
Después, los padres se comprometen a pasar 20 o 30 minutos en casa poniendo en
práctica técnicas aprendidas.
Según los investigadores, esta es la primera vez que se demuestra que una
intervención dirigida en la primera infancia puede mejorar de forma permanente
los síntomas en niños autistas.
Los autores apuntan que las mejoras se detectan en el plano de la comunicación
social y en la reducción del comportamiento repetitivo, pero no en otros
síntomas que padecen los afectados de autismo, como problemas en el lenguaje y
de comportamiento o ansiedad.
"La ventaja de este enfoque, frente a intervenciones solo con psicólogos,
es que tiene el potencial de tener un efecto en la vida cotidiana del
niño", afirma el director del estudio, Jonathan Green, de la Universidad
de Manchester (norte de Inglaterra).
"Nuestros hallazgos son muy alentadores, pues demuestran una mejora en
síntomas básicos de autismo que hasta ahora se consideraban
difíciles de cambiar", añadió.
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