Un director musical
alcanza de las calles a niños y jóvenes de un barrio marginal situado en medio
de un basurero en Paraguay. Su estrategia es hacerlos parte de una orquesta que
utiliza instrumentos hechos con materiales reciclados.
Cateura, en las afueras de
Asunción, Paraguay, es un barrio formado alrededor del vertedero de basura.
La gente de este lugar
vive de la basura que llega ahí cada día, vendiendo plásticos o cualquier cosa
que puedan reciclar. Hay basura por todos lados, y la pobreza y falta de
educación, son una mala combinación para el futuro de sus habitantes. Principalmente
los niños y jóvenes que son propensos a caer en la delincuencia y las drogas.
Pero desde hace seis años,
una luz de esperanza está brillando en Cateura a través de la música.
Un grupo de jóvenes
conforma la Orquesta de Instrumentos Reciclados. Lleva ese nombre porque todos
los instrumentos que tocan están hechos con materiales sacados de la basura.
Canaletas viejas de los techos de la casas se convierten en saxofones.
Tenedores, cuchillos, cucharas y monedas se convierten en las llaves. Latas y
asaderas de cocina se usan para fabricar violines, y los tambores de percusión
se hacen con radiografías y madera de pallet o basureros.
“Hay que entender que este
es un proyecto social que usa la música como un catalizador. Trabajamos muy
profundamente con muchas familias, con muchos niños. Estamos planteando un
cambio de vida proyectado en el futuro. Yo creo que hay una misión, le tengo
muy presente a Dios, creo que las cosas pasan por designio de Él”, dijo Favio
Chávez, director de la orquesta.
Esta misión fue posible
también gracias a la ayuda de un recolector de basura, hoy convertido en
luthier, quien fue desde el comienzo el encargado de encontrar los materiales
para fabricar los instrumentos.
“La basura no es basura.
Si tiene ideas cualquier cosa va a hacer de la basura”, indicó Nicolás Gómez,
recolector y luthier.
“Yo creo que uno tiene que
ser agradecido por las cualidades que ha recibido, y tiene que ser responsable,
que esas cualidades son para los demás también. Como decía una parte de la
Biblia, uno no puede agarrar una luz y ponerla debajo de una mesa. La luz tiene
que estar en un lugar para alumbrar a todos”, aseveró Chávez.
Y la orquesta está
alumbrando a Cateura. Hasta hace poco, nadie había escuchado hablar de este
lugar. Pero todo eso cambió gracias al trailer de un documental que está ahora
siendo estrenado: “La armonía del vertedero”.
En los últimos años, la
orquesta de reciclados ha sido invitada a realizar conciertos en todo el mundo.
Ha recibido premios de la realeza en Holanda y en España. Favio Chávez y los
jóvenes de Cateura han dado charlas en las famosas conferencias TED, y están
inspirando a millones de personas.
“No tener nada no es
excusa para no hacer nada. Y esto es un ejemplo de lo que nosotros estamos
haciendo. Me di cuenta que no tengo nada que envidiar porque todo lo que pasa,
pasa por algo, y yo sé que todo eso lo está haciendo Dios”, expresó Estela Mary
León, integrante de la orquesta.
Andrés tiene 20 años y
está en la orquesta desde los 17. Ya ha viajado a más de 20 países por los
conciertos, pero su sueño es vivir siempre en Cateura para transformarla y
convertirla en una comunidad modelo.
“Vivir la experiencia de
viajar te abre mucho más la mente y decir por qué nuestro país no puede ser
así. Por qué nuestra comunidad también no puede ser así. Unos nacen teniendo
todo. Otros no. Y cada uno tiene que progresar a su manera. Esta es la nuestra,
con la música, con el reciclaje. Tal vez estamos cambiando parte de nuestra
sociedad y la mentalidad de nuestros propios habitantes”, comentó Andrés.
En lugares como Cateura,
inclusive las casas están hechas de basura reciclada. Un violín normal,
costaría más que una casa. Pero aquí lo imposible se convierte en posible, y la
música que surge de instrumentos reciclados está dando esperanza no solo a los
niños de esta comunidad en Paraguay, sino también, alrededor del mundo”, dijo
Copete.
Y es que siguiendo el
ejemplo de Paraguay, en el 2014 se formó una orquesta de reciclados en España
que ya cuenta con cincuenta niños en riesgo de exclusión social. Es el primero
de varios proyectos inspirados en Cateura.
Gracias a los conciertos
que realizan los jóvenes, ya han podido comprar un predio en donde están
construyendo el mayor conservatorio de la zona, con 20 aulas para albergar a
los 200 niños que ya asisten a la escuela de música, y un anfiteatro para 300
personas.
También se brindarán
clases gratuitas de oficios para los habitantes de Cateura, y todos los jóvenes
tendrán la oportunidad de ir a la universidad a través de becas estudiantiles.
“La solución no es huir
del lugar. La solución es cambiar el lugar. Uno tiene que tener primero los
proyectos, y después los recursos. Son las ideas las que mueven al mundo”,
concluyó Chávez.
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