Los terroristas somalíes de Al-Shabad les taparon los
ojos con sus propias ropas a unos
cristianos para luego acribillarlos a balazos.
Al-Shabad, -el movimiento yihadista islámico de
Somalia-, sigue martirizando a los cristianos para poder construir una nación
enteramente musulmana, de corte wahabí, en el cuerno de África.
La agrupación terrorista se unió a Al-Qaeda, y aplica la
sharia despiadadamente. Liderados por el inefable Abu Zubeyr, y retando sin
complejos a las tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM),
el Ejército somalí, las fuerzas etíopes y varias milicias progubernamentales,
continua con sus brutales ejecuciones.
En un vídeo lanzado a la red hace dos días, muestra a
media docena de cristianos, la cual fue ejecutada a ráfagas de AK-47 en el mar
somalí.
Sus captores les tapan los ojos con sus propias ropas
para, después, obligarles a meterse en el agua y dejar caer sobre ellos una
lluvia de balas. Los cadáveres son dejados más tarde en la playa, hasta que se
pudren.
Clásico
terrorismo en Kenia
Al Shabaab se ha transformado, de su idea original de crear un estado islámico
en Somalia, a funcionar como el clásico grupo terrorista atacando objetivos en
Kenia, amenazando con ataques a los centros comerciales.
Se
calcula que tiene unos 3000 integrantes, muchos de ellos en células durmientes
esperando órdenes de atacar. Su líder, Zubeyr, por quien Washington ofrece una
importante recompensa. Pero cada pocos meses aparece un nuevo personaje que se
erige como líder de la organización o a quien Estados Unidos asegura haber
abatido.
Uno
de sus primeros actos terroristas que ocupó las portadas internacionales, fue
el atentado en Uganda en el copa mundial de futbol del 2010 en el que mataron a
76 personas.
En
el terreno más doméstico, Al Shabaab, es responsable de lapidaciones en
Somalia, como una forma más de ejercer el poder al estilo talibán.
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