¿La música cristiana es una industria o un ministerio? Yo diría que sí es un ministerio y sí es una industria. El enfoque ministerial debe estar por encima del industrial, pero queramos o no reconocerlo, sí es una industria y en todo el sentido del concepto.
Ministerialmente hablando la música es una herramienta que sirve para inspirar a adorar a Dios, para guerra espiritual, para restaurar corazones, para ayudar a sanar heridas, para aliviar, para alegrar el corazón, para transmitir mensajes bíblicos y hasta para alejar demonios (caso de David y Saúl).
La tecnología inventó los discos de acetato y vinilo (Long Play, 45′s), Casettes, CD’s, Mp3, Videos, Radio, TV, Media Stream, YouTube y muchos medios que nos ayudan a difundir esas canciones y mensajes, que a la postre van a ser de bendición para mucha gente con la que jamás podremos compartir en persona. Ahí es donde entran esos medios análogos y digitales.
Grabar un disco — más allá de “hacerse rico y famoso” (lo que hoy es una fantasía, porque ya no se venden discos como antes) — es un esfuerzo por alcanzar a muchos. Grabar un disco (algo de buena calidad) significa:
- Componer canciones
- Contratar un arreglista-productor
- Hacer maquetas
- Contratar a cada músico
- Contratar un estudio de grabación
- Contratar ingeniero de grabación y mezcla
- Contratar diseñador gráfico
- Contratar fotógrafo
- Enviar a masterizar el disco
- Enviar a duplicar ejemplares del disco
- Pagar el registro de derechos de autor
- Contratar un programador para el sitio Web
- Promocionar en medios (también requiere inversión)
- Si se produce un video, también es otra inversión (por cierto, a los cristianos — como a todo el mundo — les encantan los videos y es una gran herramienta).
Todo lo anterior sin considerar los eventos. Piensa en toda la logística e inversión que requiere un evento … y la gente se queja porque se cobra la entrada (pero no hablaré más de este tema, porque no organizo eventos).
En fin, tenemos tantas herramientas y medios para bendecir a muchos más allá de nuestras narices y eso requiere de producción y manufactura; entonces sí hay industria en la música cristiana — así como también hay industria en el mercado del libro más vendido de todos tiempos, La Biblia (OJO, el más vendido; no el más regalado).
Lo que pasa es que muchos solo ven cuando el cantante cristiano vende los discos y al parecer piensan que todo salió de la nada, pero no ven todo eso que está detrás de la producción de un disco. Algunos se endeudan, venden hasta su automóvil o su casa para poder lograr ese objetivo. Algunos lo hacen ingenuamente, otros sabiendo a qué atenerse. Pero el caso es que significa un gran esfuerzo.
Para tu información, la mayoría de los cantantes cristianos en la actualidad no alcanzan siquiera a recuperar lo que invierten en un disco (un buen disco) a través de las ventas del mismo.
Mi conclusión: diría que la música cristiana es un ministerio que va de la mano con la industria, no una industria que se involucra ministerialmente. Pero sí, si hay un producto de por medio que requiere inversión, producción y manufactura… entonces sí hay industria, queramos o no.
Algunas Preguntas Frecuentes Relacionadas con el Tema
P: ¿Dios necesita que grabes un disco? ¿No es necesario solamente que le cantes a Él y ya?
R: Respondo con algunas preguntas: ¿Dios necesita que prediques el evangelio? ¿Necesita que ores por los enfermos? ¿Necesita tu adoración? ¡Ninguna de las anteriores!
Dios no necesita que prediques ni necesita que ores por nadie, pero ellos sí necesitan salvación y sanidad, y es tu deber compartir lo que tienes con ellos. Dios no necesita que lo adoremos; nosotros necesitamos adorarlo.
Dios no necesita que grabemos un disco ni que escribamos un libro, pero con seguridad estará muy contento que compartamos lo que Él nos ha dado con muchas otras personas sedientas de Él, necesitadas de salvación y sanidad.
P: Los músicos cristianos no deberían cobrar; ¿Por qué no regalan los discos para evangelizar en vez de venderlos?
R: El día en que las librerías cristianas regalen los libros y regalen las Biblias… lo pensaré. Cuando los médicos cristianos, los arquitectos cristianos, los profesores cristianos y cualquier otro profesional cristiano no cobre por su trabajo, también lo pensaré.
El día en que a los músicos cristianos no les cobren arriendo, ni carreras de taxi, ni comida, ni vestido; el día que les den todo gratis… ese día lo pensaré y quizás ya no cobre más por mi trabajo.
¿Es necesario invertir tanto dinero en un disco? ¿Vale la pena tanto derroche si hay muchos pobres en el mundo a quien ayudar?
R: Ese tipo de comentarios no sé por qué me recuerdan mucho a un ex-discípulo de Jesús que terminó suicidándose. Pero respondo otra vez con preguntas: ¿Cuánto vale un ojo tuyo? ¿10 millones? ¿100 millones? ¿Cuánto vale una mano? ¿Cuánto vale un pulmón? ¿No venderías nada de eso por ningún monto cierto? Pues un día te vas a morir y todo eso se va a podrir en unas horas después de muerto.
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