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Envenenaron a misionera cristiana pero hoy sigue predicando

Killa* nació en Brasil y luego de terminar sus estudios superiores, Dios la llamó para la obra misionera. Ella y otros misioneros fueron a Europa, para predicar la Palabra de Dios, a pesar de los peligros que podían encontrarse. La gracia del Señor ha permitido que muchos musulmanes, budistas y ateos se conviertan a Cristo.

Según el noticiero Gospel Mais, Killa sintió que Dios la estaba llamando para compartir el evangelio con los persas. Ella no sabía prácticamente nada sobre Persia (actual Irán). Sin embargo, un día conoció a Urpi* una joven iraní que hablaba el idioma persa. Desde entonces, Killa comprendió cuál era el lugar a donde el Señor la había llamado. 

Killa realizaba estudios bíblicos en su casa y decidió invitar a Urpi. Grande fue su sorpresa cuando la joven comenzó a frecuentar el estudio bíblico e, incluso, traía amigos. Urpi se convirtió a Cristo y con ese primer amor compartía su fe con los demás. Luego de esto, Killa y otros misioneros se instalaron en Europa para seguir compartiendo la Palabra de Dios.
A pesar de que el riesgo de ser víctimas de atentados por extremistas es constante, estos misioneros se han puesto en las manos de Dios para ser de bendición en este continente. Con la ayuda del Señor, este equipo misionero ha podido predicar a musulmanes, budistas y ateos, y muchos de ellos se han convertido a Cristo.
Recientemente, un extremista se infiltró en el templo donde asiste Killa y envenenó su comida, su intención era asesinarla como venganza por predicarle a musulmanes que habían decidido abandonar el islam para abrazar la fe en Cristo Jesús. Killa fue hospitalizada y logró recuperarse. Ahora sigue predicando el evangelio, esperando poder llevar el mensaje de Dios a Irán.
Qué importante es respaldar a los misioneros con nuestras oraciones. Ellos lo han dejado todo por servir a Dios, sus vidas están en peligro a cada instante, y como iglesia es nuestro deber orar por ellos, para que sean respaldados y para que el Señor siga tocando corazones. ¡Oremos sin cesar, iglesia del Señor!

*Nombres y lugares modificados u omitidos por motivos de seguridad

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