David nació en una familia judía tradicional en
Israel. Creció cumpliendo todos los mandamientos judíos y asistiendo a la
sinagoga, pero el joven nunca había sentido a Dios personal y verdaderamente.
Mientras leía el Salmo 22, David descubrió una de las promesas mesiánicas y
comprendió que Cristo es el Mesías.
El joven judío era una persona de voluntad fuerte, orgullosa e
impaciente. Después de completar su servicio militar, David se mudó a los
Estados Unidos y se convirtió en un rico vendedor con miles de dólares. El
joven comenzó a gastar su dinero en fiestas, drogas y placeres mundanos. Pero,
sabía que su corazón estaba buscando algo que faltaba dentro de él, pero aún no
identificaba qué era.
Un día, un amigo israelí le
preguntó: "¿Alguna vez has sentido a Dios?". David seguía pensando en
la pregunta, que lo había perseguido durante algún tiempo. En busca de una
respuesta, el joven oró a Dios, diciendo: "Quiero saber la verdad sobre
ti!". Sorprendentemente, fue leyendo su Tanaj (la Biblia judía que no
tiene el Nuevo Testamento) que David obtuvo respuesta a su oración. Mientras
leía el Salmo 22, descubrió una de las promesas mesiánicas, que el Mesías
tendría sus manos y pies traspasados por los pecadores.
Como judío, el joven temía que
el pasaje bíblico fuera sobre Jesús y consultó a su madre sobre su reciente
descubrimiento. David le leyó los versículos, pero la mujer judía estaba
enojada, pensando que era un texto del Nuevo Testamento, que está prohibido
para los judíos. La madre regañó a su hijo y le dijo que dejara de leer la
Biblia de los cristianos. Pero cuando descubrió que en realidad era un pasaje de
la Biblia judía, se sorprendió, al igual que su hijo.
A partir de ese día, David se
sumergió en la Palabra de Dios para encontrarse con Jesús y lo aceptó como su
Salvador. “Dios dice en Isaías 43:11: 'Fuera de mí no hay Salvador'. Comprendí
que Dios había venido y que había perdonado mis pecados a través de Jesús, el
Mesías, y esa era la paz que había estado buscando toda mi vida”, testificó
David. Actualmente, David comparte la verdad sobre el Mesías en las calles de
Tel Aviv, Israel.
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