Como si
se tratara de una película terror, Ecuador está sufriendo un gran impacto por
el COVID-19. Varios medios llaman a la ciudad de Guayaquil, la más afectada por
el virus, “la Wuhan de Latinoamérica”.
Nuestra
corresponsal en Ecuador, Josabet Carchi, informa que Guayaquil “tiene más del 60%
de los casos confirmados de coronavirus en Ecuador”.
Hasta el
último reporte del Ministerio de Salud Pública
de Ecuador, hay 3163 positivos y 3302 casos que se encuentran en
sospecha.
Ante el
crecimiento de los casos, el gobierno de Ecuador ha tomado varias medidas, como
el toque de queda, que se evalúa para extenderlo a 24 horas. En cuanto a la
cuarentena, se extendió hasta el 5 de abril.
“No se ha
podido controlar totalmente la afluencia de personas en las calles, lo que
también ha sido importante para el contagio masivo, existe contagio
comunitario. Hay personas que no han acatado las órdenes, entonces la verdad
esto ha complicado mucho lo que está pasando”, informa Carchi.
“Si se ve
alguna solución en los siguientes días, es un poco complejo decirlo. El sistema
de salud está colapsado, muchas personas se quejan de la falta de acción de
algunos líderes y mandatarios. Como ya han visto en las redes sociales, hay cuerpos
en las calles de Guayaquil, lo que es una imagen que conmueve al pueblo y la
policía nacional reportó que desde el 23 de marzo hasta el 30 de marzo levantó
más de 300 cuerpos… hay muchas personas que han ido a las redes sociales a
expresar la desesperación que sienten, ya que tienen varios días a sus muertos
en sus hogares”, agrega.
Pese al
incremento de la crisis, la Iglesia ecuatoriana buscar ser luz.
“Mantienen los
cultos online porque consideran que esto les da esperanza a las personas. Pero,
también se han tomado las redes sociales para pedir que alguna manera las
personas se queden en sus hogares”, dice.
“Otra manera
en la que están ayudando, no solo las iglesias, sino también las fundaciones y
grupos cristianos es tratando de tener donaciones de alimento no perecible y
con muchísima dificultad, llevarlo de hogar a hogar para poder ayudar de alguna
manera a estas personas que no pueden trabajar, de escasos recursos, frente lo
que está pasando, de alguna manera aliviar”, añade.
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