
Los que creen en Cristo conocen el poder que hay en la oración
para dar sanidad a una persona que ya no tiene esperanzas. Sin embargo,
actualmente los científicos han confirmado este supuesto sostenido por los
cristianos confirmando que el poder de la oración no se puede negar, luego de
haber analizado 1.500 estudios médicos.
La investigación fue desarrollada en Estados Unidos a través de
varios hospitales junto a universidades e instituciones de prestigio, que
señalaron que aquellos que creen en Dios y oran presentan mejor salud mental y
física que quienes no lo hacen, según comunicó el Dr. Harold G. Koenig, de la
Universidad de Duke.
Inclusive, el Dr. Koenig sostuvo que los estudios han
manifestado que la oración permite preveer las enfermedades, y que cuando se
desarrollan, muestra como facilita una recuperación siendo más rápida.
Además, se consideró la evaluación de 125 casos donde se vincula
la salud con asistir regularmente a cultos de oración, indicando que el 85% de
quienes asisten a la Iglesia tienen más años de vida.
Dr. Koenig es director del Centro para la Espiritualidad,
Teología y Salud ubicado en Duke, y ha publicado varios libros sobre la fe y la
sanidad, y en uno de ellos cita un testimonio de sanidad publicado en la
revista médica Southern Medical Journal, a través de la oración y como se
observan los efectos en los pacientes con dificultades visuales y auditivas,
manifestando mejoras significtivas en los exámanes finales.
Las prácticas de la fe dan como resultado beneficios reales,
para aquellos que participan activamente y asisten con frecuencia a sus
iglesias, fortaleciendo a las personas incluso frente ante la adversidad, como
suelen ser las enfermedades, produciendo esperanza y bienestar, mayor
optimismo, alejados de las depresiones y sin ansiedad, según explica el Dr.
Tom Knox es otro investigador que ha participado y confirma el
poder de la oración asegurando que los resultados observados fueron abrumadores
y que realmente han sido soprendidos. Señala que esta invetigación científica
desarrollada en los últimos 30 años demuestra que la fe es beneficiosa tanto
física, social y psicológicamente.
Fuente: https://www.joeirizarrynoticiascristianas.com/
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