Saleh* es un exmusulmán que desde su conversión
enfrenta una constante lucha por mantener su fe.
Saleh está casado y es padre de tres hijos. Durante años vivió
como un musulmán empedernido. Hoy, después de 50 años, Saleh está plenamente
convencido de su compromiso por seguir a Cristo, el Hijo de Dios. “Cuando me
entregué a Cristo, sentí en mi corazón que Jesús era el único camino a Dios”,
menciona Saleh a Puertas Abiertas.
Su conversión y bautismo se dio en el más
profundo secreto. Los primeros meses fueron maravillosos. Cada semana se reunía
con sus amigos cristianos, extranjeros que trabajaban para una empresa saudí.
Ellos le servían, le enseñaban sobre la Biblia y casi siempre lo animaban en su
camino de fe.
Como Saleh es cabeza de familia, los
miembros de su hogar respetan su elección y guardan silencio sin traicionarlo
ante las autoridades por su conversión. Su fe en Jesucristo permanece en
secreto, pues Saleh aún no puede arriesgarse a perder a su familia y quiere
esperar hasta que sus hijos sean mayores de edad y sean independientes, para
así compartir el Evangelio con otros.
“Es difícil hablar de Jesús, tengo miedo de perder a mi familia.
Desde que mis amigos cristianos se fueron del país, alimento mi fe por medio de
videos cristianos. He elegido una fe silenciosa, y no quiero estar así.
Necesito de sus oraciones para fortaleza de mi fe”, menciona Saleh.
Lamentablemente, Saleh no es el único
creyente de trasfondo musulmán en Arabia Saudita cuya fe parece estar en
peligro. El aislamiento es un problema serio que puede llevar a una fe
infructuosa, e incluso al retorno del islam. Hacer sacrificios, asumir riesgos
y perderlo todo no son experiencias fáciles, ellos necesitan de nuestras
oraciones. ¡Por favor, oremos por ellos!
Fuente: impactoevangelistico.net
Publicar un comentario