Nick Tate trabaja como cajero en el Walmart en
Newcastle, Oklahoma. El joven de 20 años es conocido como uno de los miembros
más amables del personal, siempre pregunta a los clientes sobre su día y
muestra compasión por todo el mundo a su alrededor.
Recientemente, Nick estaba de turno
noche un viernes, cuando una madre llegó a su caja con dos niñas y un bebé. Los
niños pequeños estaban fuera de control mientras la mamá luchaba por calmarlos.
Mientras tanto, una línea de espera detrás de ella que cada vez se hacía más
larga. “Podía sentir a extraños mirando y juzgando” dijo Nick, pero al momento
de encontrarse frente a él, simplemente la miró y le dijo: “¿Esto es uno de
esos días?”.
Ella inmediatamente se disculpó como si
hubiera hecho algo malo. Luego sacó una tarjeta WIC, la cual provee asistencia
para familias de bajos ingresos con niños. "Nunca he usado WIC
antes," le dijo a Nick. "No sé cómo va a ir." Después de correr
la tarjeta varias veces, Nick se dio cuenta de que la tarjeta de la mujer no
funcionaba con los productos de su mayor necesidad, la leche.
En todo aquel caos, el joven oyó una
voz. “Sentía que Dios estaba pidiéndome que pagara esas compras”, dijo. Así que
pasó su propia tarjeta de crédito para pagar el valor de 60 dólares en víveres.
Aquella madre llorosa agradeció al muchacho y salió de la tienda.
Pocos días después, la madre agradeció
la bondad del joven por Facebook haciéndose viral. “Sólo estaba tratando de
bendecir a alguien y mejorar el día de esa persona, pero eso se convirtió en
algo increíble”, dijo. No tardó mucho para que las estaciones de televisión
hablaran con Nicholas. “Lo importante no fue lo que yo hice. Pero sí lo que
Dios hizo a través de algo tan pequeño. Lo tomó y glorificó su nombre”, exaltó.
Fuente: foxnews
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