“…EL QUE TIENE EL DON… ÚSELO…” (Romanos 12:6)
La Biblia dice: “Tenemos,
pues, diferentes dones, según la gracia que nos es dada: el que tiene el don…
úselo…” (Romanos 12:6).
Dios nos ha concedido la gracia de hacer bien ciertas cosas. Eso
no significa que las puertas se vayan a abrir automáticamente y que vayamos a
subir como la espuma en un abrir y cerrar de ojos. Lo que se consigue
rápidamente, se pierde rápidamente.
Primero tienes que discernir tus dones y usar toda oportunidad
para afinarlos, aprender de tus errores y ser constante en ocuparte de eso a lo
que Dios te ha llamado.
En el instituto, “Sparky” reprobó
Latín, Álgebra, Inglés y Física. Llegó a jugar en el equipo de golf pero
enseguida perdió la competición más decisiva de la temporada, y luego también
perdió el juego de consolación. Era bastante inadaptado socialmente, con una
timidez extrema. Nunca pidió a ninguna chica que saliera con él mientras estaba
en la secundaria. Pero había algo que sí le apasionaba: dibujar.
Estaba orgulloso de sus dibujos, aunque nadie parecía
apreciarlos. Presentó unas historietas a los editores de la revista del
instituto, pero fueron rechazadas.
A pesar de todo, seguía
soñando con ser dibujante. Después de su bachillerato, envío muestras de su
trabajo a los estudios de Walt
Disney. Y otra vez éstas fueron rechazadas. ¡Pero no se dio por vencido!
Decidió escribir su
autobiografía en viñetas. Se hicieron tan populares esos tebeos que más tarde
se recogieron en libros y se hicieron programas televisivos al respecto. Porque
Sparky no era otro que Charles Schulz, posiblemente el mejor humorista gráfico
de todos los tiempos, el creador de los tebeos de Charlie Brown.
Al igual que su protagonista Charlie,
Schulz parecía no
tener éxito en muchas cosas, sin embargo, sacó el mayor provecho de su talento,
no se dio por vencido y llegó muy arriba. Vamos, ¡Usa tu don!
¿Cómo Usar El Don de Dios En Ti Según La Biblia?
¿Cómo Usar El Don Que Dios Te
Ha Dado Según La Palabra de Dios?
“…EL ESPÍRITU SANTO NOS DA ALGUNA CAPACIDAD ESPECIAL…” (1 Corintios 12:7 Traducción en lenguaje actual)
Una de las grandes ventajas de averiguar cuál es el llamado de
tu vida y de cumplirlo es que eso responde a la pregunta de qué significa el
éxito.
Porque muchos tenemos una
definición equivocada. Pensamos que el éxito se mide por cómo hacemos las cosas
–comparado con cómo las hacen las demás. ¡Y eso no conlleva más
que frustración!
Por muy bien que lo hagas,
siempre habrá alguien que lo hace mejor que tú. Pero cuando defines el éxito en
base al propósito de Dios para tu vida, entonces cambia la
medida completamente.
El verdadero éxito no es lo que has conseguido, comparado con lo
que otros han conseguido, sino lo que has hecho comparado con lo que Dios te
pidió que hicieras:
“A cada persona se le ha dado algo para hacer que demuestra quién
es Dios: Todos han recibido algo y es para beneficio de todos” (1 Corintios 12:4 Parafraseado).
Jesús afirmó que su éxito
consistía en cumplir la obra que su Padre le había encomendado (véase Juan 17:4).
Pablo pudo decir al final de su vida: “…He acabado la carrera…” (2 Timoteo 4:7).
Con esa premisa en mente, el éxito en unos casos tal vez sea
dejar un trabajo lucrativo para seguir el llamado de Dios. O usar tus talentos
para su gloria, en lugar de perseguir la fama y la fortuna.
Sea lo que sea, cuando sabes que estás cumpliendo tu
llamamiento, puedes dejar de compararte con otros o desear ser alguien
diferente.
La Biblia dice que a todos se nos han dado diferentes dones “para
el bien de todos” (1 Corintios 12:7).
Sólo disfrutarás de la verdadera satisfacción cuando uses tus
dones para bendecir a otros.
Fuente: devocionalescristianos.org
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