Hace siete meses, un misionero estadounidense fue acusado de
violar una ley rusa que prohíbe la predicación del Evangelio fuera de la
iglesia registrada. Ahora, va ante la Corte Suprema de Rusia.
Hace 14 años, Donald Ossewaarde se mudó a la ciudad de Oriol
en Rusia, junto a su esposa Ruth. Una ciudad muy arraigada al comunismo. Al
llegar a Oriol, la pareja pensó en comprarse una casa pequeña y empezar a
evangelizar.
“Hay 320.000
personas en Oriol, por lo que todos han recibido una invitación personal de mi
parte, junto con un plan de salvación”, explicó Ossewaarde. Los misioneros
colocan versículos del Evangelio en cada buzón de cada edificio de apartamentos
en Oriol, con la dirección de su casa. Asimismo, las reuniones se hacen en una
sala de estar, incluso realizaron un bautismo de un creyente ruso.
Todo el mundo que estamos allí, no es ningún secreto lo que
hacemos y por qué lo hacemos- Somos los únicos estadounidenses dentro de las
250 millas al sur de Rusia, por lo que todos en el pueblo saben que soy
americano, expresó el misionero.
Luego de más de tres semanas luego de la aprobación de la ley en
Rusia, que prohíbe la evangelización en las calles o en establecimientos no
registrados, como las casas, los agentes rusos aparecieron repentinamente en el
hogar de Ossewaarde.
Esperaron que el misionero termine su sermón y empezaron con las
preguntas. Horas más tarde, Ossewaarde fue llevado a la comisaría y fue acusado
de “Actividad misionera ilegal”, donde recibió una multa de 640 dólares por la
celebración de servicios religiosos en el hogar y colocar carteles de
publicidad en la comunidad.
Por ahora, los misioneros han dejado de brindar los servicios
cristianos en su hogar, hasta que apelen su condena ante el Tribunal SUpremo de
Rusia.
Fuente: CBN news
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