
A la edad de 83 años, una misionera lleva el
Evangelio de salvación a drogadictos en Porto Alegre, Rio Grande do Sul,
Brasil. Noemy Alves da Silva fundó el Ministerio Nueva Vida y hasta hoy ha
causado un gran impacto en la vida de decenas de jóvenes con un pasado de
adicciones a los narcóticos.
Fue en una predicación del pastor David Wilkerson en Porto
Alegre, en 1972, que Noemy conoció el ministerio “Desafio Jovem”, que rescata a
los jóvenes de las drogas. Ella se había convertido hace seis años, pero se
conmovió al ver a los jóvenes ser liberados por el poder de Dios. En ese
servicio, junto a su esposo, Noemy sintió un ardiente deseo de ayudar a los
jóvenes a dejar las drogas.
Días después, conoció a un joven llamado
Miguel, quien apareció en la pensión que Noemy administraba en Porto Alegre.
Estaba desnutrido por las drogas, además de tener enfermedades venéreas y
problemas pulmonares. Con el permiso de su esposo, ella metió al adolescente
dentro.
Noemy comenzó a participar en las reuniones
de Desafio Jovem y llevó a Miguel a algunas reuniones. El muchacho pronto
comenzó a evangelizar a sus colegas adictos y Noemy comenzó a unir a estos
jóvenes. “Sabía que era el Señor quien estaba haciendo el trabajo”, dice ella.
Cuando Noemy continuó trabajando con
adictos durante tres años, comenzó a examinar a los jóvenes y a enviarlos a
hogares de recuperación en Belo Horizonte (MG), Maringá (PR) y Brasilia (DF),
ya que no había proyectos similares en Rio Grande do Sul.
“Alabo a Dios por todo, porque si no
hubiera sido como era, no seríamos lo que somos hoy. Nuestros principios,
nuestros valores y la inconfundible certeza de que nuestra dependencia está en
Dios”, agrega.
Movida por el deseo de encontrar un lugar
apropiado para los adictos, Noemy dio un paso de fe y, en 1985, compró una
granja que lleva el nombre de "Nova Vida", en la ciudad de Sertão
Santana, a 85 km de Porto Alegre. El trabajo de rehabilitación comenzó con
nueve niños. En la segunda clase, había dieciséis niños. Pronto, este número
comenzó a aumentar. Muchos de ellos se convirtieron en pastores, evangelistas,
padres de familia y comenzaron a trabajar en el ministerio mismo.
Fuente: impactoevangelistico.net
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