
Nada los detiene, un grupo de cristianos
damnificados por el ciclón Idai en Mozambique, se reunieron para alabar y
adorar a Dios, en un culto al aire libre, realizado el domingo pasado.
“Tenemos que agradecer a Dios por todo lo que Él ha hecho por
nosotros. Nuestras casas cayeron, pero Dios siempre merece ser alabado. Estamos
aquí para alabar a nuestro Dios”, dijo el pastor, Adelino Nsona.
El ciclón Idai llegó a la ciudad de Beira con vientos de hasta
170 kilómetros por hora, antes de llegar por Zimbabue y Malawi, devastando
casas y terminando con la vida de 656 personas aproximadamente.
Los hermanos de la Iglesia Presbiteriana Renovada, que se ubica
en la ciudad de Beira se reunieron para cantar himnos de gratitud y adoración a
Dios. Este templo se consolida gracias a la Misión Manos Extendidas (MME), que
tiene centros e iglesias extendidas en los tres países damnificados por el ciclón.
Elias Caetano, director de la MME, menciona que hay tres
necesidades urgentes e inmediatas en el lugar: alimentación, medicamentos y
reconstrucción. “En estas inundaciones, acaban perdiendo todo, se necesitan
alimentos y medicinas. Muchos fueron heridos por las caídas de las casas”,
concluyó Guiame.
Fuente: fuerzalatinacristiana.com
Publicar un comentario