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Corea del Norte: “La oración de mi abuelo salvó mi vida”

En medio de la soledad y la tristeza de una joven coreana encarcelada por intentar huir del país, levantó su mirada al cielo y pidió libertad al Dios que le enseñaron sus abuelos, sin imaginar la rápida respuesta de Cristo.

Choi Yong Sook nació en un hogar cristiano donde sus abuelos fueron los principales gestores para que la palabra de Dios llegue a su corazón. Desde pequeña, Choi escuchó las historias bíblicas sobre la vida de Jesús y de la segunda venida de Cristo.

“Mientras hacía mis deberes escuchaba sus conversaciones, era impresionante lo mucho que conocían de Dios. Mi padre y mi abuelo fueron desterrados del pueblo en una redada cristiana. Mi abuelo, me dejó una frase que marcaría mi vida para siempre: ‘oraré siempre por ti’”, señaló Yong.

Durante su juventud, Choi fue olvidando las palabras de su abuelo. Tras constantes intentos por huir a otro país para tener una mejor calidad de vida, fue apresada y llevada a una cárcel de mujeres.
“Cuando entré a esa celda oscura, mi vida se fue consumiendo poco a poco. No tenía ganas de vivir, hasta que recordé las palabras de mi abuelo diciendo que oraría siempre por mí. Esto me llevó a alzar mi mirada a Dios y pedirle un milagro. ‘Santo Padre ten misericordia de mí’”, repetía Yong cada día en la cárcel.
Su oración tuvo resultados favorables de parte de Dios, en pocos meses salió de la cárcel, pudo viajar a China donde tuvo la oportunidad de leer la Biblia y entregar su vida a Dios. Yong Sook se hizo cristiana y ahora dice: “Soy el fruto de las oraciones de mis abuelos”.

Fuente: OpenDoors

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