Mientras Cuba enfrenta la pandemia de coronavirus, un grupo de
pastores se une para ayudar a salvar vidas y compartir el mensaje del
evangelio.
Vernon Brewer, director ejecutivo y fundador de World Help, una
organización cristiana de ayuda humanitaria, compartió sobre la creativa idea
en la nación isleña que depende en gran medida del turismo. Un hombre le dijo
al grupo que esperó dos horas en fila en una tienda para comprar comida, pero
se fue con una lata de sardinas.
“No queremos perder la oportunidad de continuar testificando del
Señor”, le dijeron los pastores a Brewer mientras escribían Filipenses 4:13 y
Hechos 16:31 en diferentes mascarillas.
“Pidieron 1.000 máscaras faciales impresas con versículos de la
Biblia para usar y repartir”, explica Brewer. “Ahora, cada persona que los use
compartirá el evangelio con aquellos que buscan ayuda espiritual, ¡sin siquiera
decir una palabra!”
Añade: “Qué testimonio tan increíble. Su fe nos recuerda que,
incluso cuando todo parece estar yendo mal, Dios todavía está trabajando y
podemos poner nuestra esperanza en él”.
Esto se produce mientras defensores de la libertad religiosa
celebran luego de que las autoridades cubanas liberaran a una madre cristiana,
Ayda Expósito Leyva, de la cárcel, después de que ella y su esposo, el pastor
Ramón Rigal, fueron encarcelados en abril pasado por negarse a enviar a sus
hijos a una escuela administrada por el gobierno.
La pareja, que optó por educar a sus hijos en casa, fue acusada
de “actos contra el desarrollo normal de un menor”, según denunció la Comisión
de Libertad Religiosa Internacional de EEUU.
Cuba es una nación de más de 11 millones de habitantes y a la
fecha tiene reportados oficialmente más de 1.000 casos de COVID-19, con al
menos 34 muertes.
Fuente: evangelicodigital.com
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