Bajo el
lema "El viento del cambio" se inauguró este viernes el Encuentro
Mundial de las Familias que durante tres días reúne en la ciudad italiana de
Verona a los defensores de la familia de todo el mundo y personas a favor de la
vida.
El evento,
creado en 1997, fue inaugurado por el estadounidense Brian Brown, presidente de
la Organización Internacional de la Familia, la red que organiza anualmente
este congreso mundial.
"Al
aborto hay que llamarlo por su nombre: el asesinato de un niño en el
útero", aseguró a la AFP Massimo Gandolfi, presidente del Family Day de
Italia antes de entrar en la céntrica sala de reuniones
La nueva
edición se celebra en la próspera ciudad norteña que fue autoproclamada en 2018
ciudad "pro-vida" y antiabortista de la península.
El evento fue
apoyado el partido Liga, cuyo líder y viceprimer ministro, Matteo Salvini,
anunció su asistencia el sábado.
Pese a que el
gobierno italiano tuvo que retirar su logo de apoyo al congreso por las
protestas de agrupaciones feministas y de defensa de las personas LGBT, varios
ministros, entre ellos el ministro para la Familia, Lorenzo Fontana, así como
líderes de otros partidos han garantizado su presencia e inclusive su
patrocinio.
Entre
los invitados especiales figuran además del obispo de Verona, Giuseppe Zenti,
el presidente de la región Veneto, Luca Zaia, exponente de la Liga, la ministra
húngara de la Familia, Katalin Novak, el líder de la iglesia ortodoxa rusa,
Dimitri Smirnov y el presidente de Moldavia, Igor Dodon.
Todas figuras
conocidas por su activismo a favor de la vida y la familia, que batallan cada
vez más abiertamente contra el aborto y el matrimonio gay, animados por las
victorias obtenidas en algunos países de Europa.
“A la luz de
evidencia reciente, que muestra que un órgano de la OEA promueve el aborto,
ordené a mi equipo que incluyera una disposición en los acuerdos de asistencia
extranjera con ellos que prohíba explícitamente que el dinero que damos se use
en el lobby relacionado al aborto”, dijo el funcionario.
La aplicación
de la Enmienda Siljander, supone un cambio en la política exterior de los
Estados Unidos, ya que rebajará la aportación a organismos internacionales que
presionen a los países a la aplicación del aborto. La Organización de Estados
Americanos (OEA), es la primera afectada, ya que se le irá reduciendo en la
medida en que su comité de Derechos Humanos presione para la extensión del
aborto
“Las
instituciones vinculadas a la OEA deberían centrarse en abordar las crisis de
Cuba, Nicaragua y en Venezuela, no en promover la causa en favor del aborto”,
acotó Pompeo
Ya de
entrada, el órgano hemisférico sufrirá un recorte inmediato de 200.000
dólares por el activismo proaborto de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH).
“Y para
garantizar que nuestro mensaje se escuche alto y claro, reduciremos nuestras
contribuciones a la OEA; esa reducción será equivalente a la participación
estimada de los Estados Unidos en los posibles gastos de la OEA en actividades
relacionadas con el aborto”.
Algunos
especialistas consideran que la aplicación de la Enmienda
Siljander blindará cerca de 45 o 50 billones de dólares destinados por el
gobierno a la ayuda extranjera, especialmente a través de la Agencia de los
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Nueve
senadores
La decisión
del recorte a la OEA se produjo después de que nueve senadores enviaran en
febrero una carta al Departamento de Estado en la que denuncian el amplio
activismo de la CIDH en favor de la despenalización en los países
latinoamericanos y la presión ejercida sobre sus gobiernos.
La
misiva fue encabezada por James Lankford, senador por Oklahoma, y secundada por
los senadores James Inhofe, del mismo estado; Thom Tillis, de Carolina del
Norte; Michael Enzi, de Wyoming; Michael Lee, de Utah; John Kennedy, de
Louisiana; Roy Blunt, de Missouri; Ted Cruz, de Texas; y la senadora Joni
Ernest, de Iowa; Todos republicanos.
El documento
denuncia que la OEA, especialmente a través de la CIDH, ha extrapolado sus
funciones y violado el estado de Derecho de los países miembros al realizar un
agresivo lobby para despenalizar en ellos el aborto, y señala como influyó en
los gobiernos y parlamentarios de Chile, El Salvador y Argentina.
Fuente: www1.cbn.com
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