Hace unos cuantos días ocurrió
algo inusual en la ciudad de Los Ángeles, California, decenas de personas se
reunieron para orar por el distrito de Hollywood, uno de los sitios más
liberales de Estados Unidos.
Los asistentes se congregaron durante 72
horas para elevar plegarias y alabanzas, en medio de la agitada ciudad del cine
y la música.
La actividad promovida por
“Hollywood Prayer Network” o “Red de Oración por Hollywood” en español contó
con la participación de pintores y músicos, quienes a través de su arte
adoraron a Dios.
Días antes del evento, unas 40 personas se
agolparon en las afueras del famoso Teatro Chino de Grauman en el Paseo de la
Fama, donde están las estrellas de los destacados artistas de la música y el
cine, para pedir por una intervención divina en Hollywood.
La Red de Oración por Hollywood es un
ministerio que Dios inició en el corazón de la productora de cine, Karen
Covell, dedicado a traer el cristianismo a la industria del entretenimiento.
“No tenía intención de crear un
ministerio en mi vida. Quería ser productora y solo eso. Al pasar de los años,
empecé a pensar que vivía con un pie en dos mundos distintos, ninguno
comprendía el otro. Soy parte de la Iglesia y la Iglesia odia a Hollywood,
mientras que Hollywood odia a la Iglesia”, dijo Covell.
Este ministerio presume más de cien grupos
en treinta países. Cada mes, intercesores oran por actores, directores, nuevas
películas y más…
“Oramos por lo que sucede aquí y por las
personas, por quienes sufren, personas que puedan estar abiertas al Señor.
Celebramos personas que conocen al Señor”, comentó Covell.
Además, de organizar movimientos de
oración, este ministerio realiza estudios bíblicos semanales con los miembros
de la industria del cine.
“Tenemos personas de todo ámbito social:
actores, directores, escritores, personas de vestuarios, utilería y detrás de
escenas”, indicó.
Cuando llegó a Hollywood Covel,
dice casi no podía encontrar otro cristiano. Ahora conoce al menos 10 mil
creyentes que también comparten el evangelio.
Por eso, ahora ella y su equipo de
ministerio se han comprometido más, para seguir siendo una luz de parte de Dios
en una de las ciudades más difíciles de ministrar.
Fuente: www1.cbn.com
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