Entre los diez
picos más altos en el mundo, incluyendo el Everest, ocho se encuentran en Nepal . Incluso
con las dificultades que la región presenta, misioneros están superando sus
límites físicos para llevar el Evangelio a las montañas del noroeste del país.
Amir, un líder cristiano nepalí, subió a la
cima de un pico con un grupo de misioneros. Juntos, ellos tenían el
propósito de predicar las Buenas Nuevas para aldeas que nunca oyeron hablar de
Jesucristo.
“Cuando estaba oscureciendo, las luces se
encendieron, parpadeando en las aldeas del otro lado de la montaña, percibieron
que nadie llevó el Evangelio a esas áreas”, cuenta Galen, misionero de la
organización Global Disciples.
Galen cuenta que hay muchas aldeas que
viven en las regiones montañosas del Tíbet, al norte de la cordillera del
Himalaya, que nunca tuvieron contacto con la Biblia o iglesias. “Entonces,
su objetivo era seguir caminando y alcanzar la próxima montaña”, afirma.
Amir viene de una comunidad remota que hace
apenas seis años no tenía contacto con el Evangelio. Pero después de
formar parte de un programa de discipulado con Global Disciples, decidió
compartir el mensaje de Jesucristo con su aldea y las regiones alrededor.
“Cuando llegaron allí, percibieron que el
Señor estaba preparando el camino”, relata Galen. “La gente estaba
receptiva y ellos oraron por algunas personas que fueron sanadas”.
Avances del Evangelio
Actualmente, hay siete iglesias trabajando
juntas en el área para discipular nuevos cristianos. Contando con un
equipo, Amir está encargado de llevar el Evangelio a otras aldeas remotas por
las montañas.
La Global Disciples prepara a líderes
cristianos como Amir para hacer discípulos, que pasan a entrenar a otros nuevos
discípulos, creando un movimiento espiritual en regiones que no fueron
alcanzadas por el Evangelio.
Sólo el 1,4% de los nepaleses son
cristianos, comparado al 82% de la población que sigue el hinduismo. “Hay
un aumento de la resistencia en muchas áreas de Nepal debido a los movimientos
hindúes más radicales”, cuenta Galen.
Galen observa que, en la mayoría de los
casos, sólo el poder sobrenatural de Dios rompe las estructuras religiosas de
los nepaleses. “Generalmente sólo a través de algún milagro que sus ojos
se abren a la realidad de que Jesús no es sólo otro dios en el linaje de los
dioses, sino alguien que realmente merece su completa lealtad y adoración”,
añade.
Fuente.
joeirizarrynoticiascristianas.com
Publicar un comentario