Un hombre cristiano sabe que la Palabra de Dios es vida, por eso sale por las noches y deja una Biblia en cada puerta de
las casas, a pesar que puede ser encarcelado por
hacerlo.
Dejar Biblias en las casas es una misión peligrosa en
Arabia Saudita, donde está estrictamente prohibido evangelizar a
los musulmanes. Pero, Baqur, (nombre cambiado por seguridad), se arriesga distribuyendo las Biblias en secreto para que muchos conozcan a Cristo.
Baqur quiere que la gente comience a leer las Escrituras,
por eso se dirigió a un pueblo donde
nunca estuvo antes y en la oscuridad de la
noche y en silencio, dejó una Biblia en la puerta de cada casa, luego oraba a medida que se alejaba del lugar.
Meses después volvió al pueblo y la gente vio que no era del lugar, también
reconocieron que era un extranjero. Le preguntaron si él es un musulmán. Él
responde que es cristiano ...
y aquí es donde las cosas se ponen interesantes.
De repente, otro hombre se une a la conversación y comienza a hacerle preguntas sobre
una Biblia que encontró en la puerta de su casa.
Baqur le pide que traiga la Biblia para que la vea. El hombre salió corriendo a casa a buscar a su Biblia y rápidamente regresó.
Es en ese momento Baqur lleva a cabo su primer estudio del Evangelio. Su estrategia dio
resultado.
Baqur agradeció a Dios, al ver a los líderes musulmanes de
aquel pueblo, leer la Biblia y
entregar sus vidas a Cristo. "Sólo mediante la lectura del Evangelio, los musulmanes encontrar a Jesús", dijo.
En los últimos años ha bautizado a algunos de ellos, todo en secreto. En
Arabia Saudita estos nuevos
creyentes no pueden unirse a una iglesia existente, incluso
sus familiares no
saben que siguen a Cristo, ya que podrían ser despreciados.
Baqur les ayudó a formar pequeños grupos para que
reciban clases de discipulado y
crezcan en número y en su vida espiritual, recordándoles las palabras de Jesús en Mateo 18:20 "Porque donde están dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".
Fuente: AcontecerCristiano.Net
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