Galba es un pequeño y polvoriento pueblo situado en el centro-sur del Níger. Las personas que viven allí se enfrentan a muchos problemas que son comunes como la pobreza, la falta de puestos de trabajo, el hambre, y la mala salud.
Sin embargo, hasta hace poco, tal vez el
mayor problema que enfrenta Galba era el escaso acceso a agua limpia. El único
pozo en el pueblo estaba sucio y maloliente, y el interior del agua se
contaminó con claridad.
Cuando parecía todo perdido, un equipo de cristianos llegó al lugar para
rehabilitar el pozo y compartir el Evangelio de salvación. Al principio, la
gente en el pueblo desconfiaba de sus nuevos vecinos cristianos. Pero a medida
que se dieron cuenta que trataban de arreglar el pozo, limpiar alrededor de la
comunidad, y sacrificar las comodidades que tenían cuando vivían en la ciudad, comenzaron
a aceptarlos.
El pozo era sólo el comienzo de un cambio en Galba. Los pastores Abdoulaye
y Tigadeba empezaron a formar relaciones con sus vecinos. Comenzaron con la
limpieza de la comunidad. Cuando llegaron había basura por todas partes, y el
pueblo olía a defecación al aire libre. Hoy en día, la arena es limpia y se
puede ver por millas en el pueblo. También se les enseñó sobre la salud
personal y el cuidado de sus hijos, además de la Palabra de Dios como fuente de
vida.
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