
Desde hace aproximadamente un año, la cantante
de gospel Blair Monique Walker fue diagnosticada con cáncer de útero. Pero la
enfermedad no fue obstáculo para que fuera objeto de la gracia de Dios y
tuviera una gestación.
Blair ya era madre de dos niños, pero los médicos
dijeron que nunca más podría quedar embarazada. Ella tendría que pasar por la
histerectomía – una operación quirúrgica que consiste en la remoción del útero.
Cuando llegó el día de la consulta preoperatoria,
el cirujano examinó una ecografía del útero de Blair para evaluar el
crecimiento del tumor cancerígeno. Sin embargo, se sorprendió y dijo: “Parece
que su Dios ha quitado todos sus tumores y le ha dejado con un bebé”.
Frente a todas las imposibilidades, el pequeño
Noah nació fuerte y sano, después de una gestación sin complicaciones, el 18 de
mayo. Ahora Blair y su esposo, Terrence Walker, quieren usar su historia para
fortalecer la fe de las personas.
“Esto nos permitió experimentar a Dios de verdad,
no sólo al Dios que leemos. Así que quiero que la gente crea por sí misma, no
sólo en lo que oyen, sino que busca tener una experiencia con Dios por su
cuenta”, dijo Blair.
Terrance creía que Dios podría curar a su esposa,
pero el nacimiento de Noah fortaleció aún más su fe. “He tenido experiencias
con Dios sobre sanación y sabía que esta vez no sería diferente”, cuenta.
En medio del proceso, él aprendió una gran
lección: “Nosotros, como cristianos, vamos a la iglesia y leemos la Biblia,
pero no practicamos realmente lo que predicamos. Esta fue una experiencia para
ver a Dios en un contexto real, en lugar de quedarse sólo en el ambiente de la
iglesia”.
“Eso abrió mis ojos a otro mundo. Como si la gente
fuese tan religiosa, creciera en la iglesia y dijera cosas clichés como los
fariseos”, explicó Blair. “Pero eso permitió que perdiera el control de la
situación y dijese que Dios podría hacer cualquier cosa. Yo lo sé, lo he
experimentado en otro nivel”.
Para aquellos que están pasando por momentos difíciles,
Terrance aconseja: “Todo es una cuestión de confiar en Dios, porque a veces las
cosas no van a suceder como usted se imagina. Toda la gloria aún va a Dios
porque sucedió como Él quería”.
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