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¿Te has mordido la lengua alguna vez? ¡Qué dolor!
A los niños suele sucederle por sus caídas al jugar o cuando aprenden a caminar.

Podría ser un sencillo y pequeño accidente que les sucede a la mayoría de los pequeños que comienzan a caminar. Se tropiezan, caen y se muerden la lengua. Cuando ven la sangre por lo general se asustan porque es un lugar que sangra mucho.

Recuerdo la vez que me mordí la lengua, me asombré cuánto sangró. Pero no sólo eso, por unos días estuve pendiente de mi lengua. La sentía hinchada y con dolor en mi boca. Tuve que alimentarme con comida suave como sopas y purés de vegetales. Y no sólo eso sino – me daba trabajo pronunciar bien las palabras. Un órgano tan pequeño, pero cuán importante es. Por tanto debemos cuidarla.

Muchas personas piensan que la parte más importante de la boca son nuestros dientes… pero desconocemos cuán importante es nuestra lengua. Lo sé por experiencia propia, la única vez que le puse mucha atención fue cuando me la mordí. Antes nunca había notado que la tenía en mi boca. Pero si lo pensamos bien, es uno de los órganos de nuestro cuerpo que acostumbramos usar más… y aún cuando dormimos.
¿Qué quieres decir? ¿Qué hablamos mientras dormimos?
Bueno… podría ser que hablas mientras duermes pero no es lo que quiero decir. Hay muchas cosas que solemos hacer aparte de hablar… Cuando masticas, ayuda a mover los alimentos de un lado al otro en tu boca de modo que los dientes puedan triturar lo que comes. Mientras esto está sucediendo, la lengua nos permite disfrutar los diferentes sabores: salado, dulce, amargo, ácido.
Yo debo tener una lengua que ama lo dulce; por ejemplo, los chocolates. Comer chocolate es mi perdición, así que ya saben… Pero no es sólo eso… si no tuviéramos lengua, no podríamos tragar. Con ella empujamos los alimentos para que puedan pasar por la garganta e ir al estómago. Como puedes apreciar, nuestra lengua nunca descansa… aún por las noches. Todas seguramente tragamos saliva durante la noche.
La lengua tiene muchos nervios y muchos vasos sanguíneos. Es por eso que al morderla duela y sangre tanto. Erróneamente algunas personas si se muerden la lengua, no se cepillan los dientes por temor al dolor. Pero hay muchas diferentes bacterias, pequeños gérmenes que viven en la boca. Algunas están allí para ayudar a suavizar la comida mientras masticamos, y así podemos tragarla mejor. Pero otras son malas bacterias. Cuando estamos un poco enfermas, nuestras defensas se bajan y la bacteria mala puede comenzar a causar una infección y hacer que todo empeore.
Cuando la mala bacteria comienza a comer lo dejado sobre los mordiscos de comida, se producen sustancias que irritan la herida en la lengua aún más. Si te cortas o muerdes la lengua, hay algunas cosas que debes saber y observar para ayudar a sanar rápidamente:
_ Mantén tan limpio como sea posible enjuagándote la boca con agua salada tibia. La sal es buena para ayudar a matar los malos gérmenes.

_ Asegúrate que tus dientes y lengua sean higienizados muy bien luego de cada comida y cada día. Usa un cepillo suave para lavar tus dientes. Enjuaga la boca con algún enjuague adecuado.

Nuestra lengua es un órgano muy importante. La usamos cuando masticamos, tragamos y saboreamos los alimentos y por supuesto cuando hablamos. Necesitamos por tanto mantenerla limpia y cuidada cada día. La Biblia habla bastante acerca de la lengua. En las lecciones para el alma veremos qué dice en cuanto a su cuidado diario.
Fuente: proyectoana.org

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