Los
cantos de África se escuchan en Norfolk, Virginia.
Los
integrantes del coro de niños Watoto – todos huérfanos – visten colores
brillantes, cantan alabanzas y bailan mientras comparten historias personales
sobre sus vidas en Uganda.
La
pobreza, el SIDA, la guerra y el horror de ser un soldado infantil han marcado
estas pequeñas vidas.
El coro
inició en 1994. Desde entonces ha viajado por todo el mundo para crear
conciencia sobre la lucha de los huérfanos africanos. Cada niño en el coro ha
perdido a uno o ambos padres o han sido abandonados.
“Todos
los niños han sufrido el dolor de una pérdida, un rechazo, un abandono o de
perder a las únicas personas importantes en su vida: mamá y papá”, dice Edwin
Smith, líder del equipo.
Smith,
dice que el impacto de Watoto en sus integrantes es transformador. Algo que él
vivió de primera mano, pues creció cantando en el coro.
“Cuando
estaba en el coro me di cuenta que podía ser cualquier persona en el mundo. Fue
entonces que mi sueño se iluminó… y hoy puedo decir que vivo el sueño que tuve
en ese momento, en el coro. Así que, es una plataforma que abre las mentes de
los niños”, comenta Smith.
Watoto
significa “niño” en swahili y tiene un método holístico para ayudar a los niños
más vulnerables de África. Los rescatados viven en una aldea Watoto, con casas,
una nueva familia y educación gratuita. Pero, más importante, todos aprenden
del amor de Cristo.
Allan, de
9 años, nos dijo cómo era la vida antes de llegar a Watoto…
“Era feo…
No tenía donde dormir”, comenta Allan Nyakaana, miembro del coro.
Los niños
todos han aprendido que Dios tiene un buen plan para sus vidas, algo que desean
compartir con otros alrededor del mundo y en casa…

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