
Un
oficial norcoreano entregó su vida a Cristo en su lecho de muerte, después que
confesara, que por mucho tiempo espió la vida de un cristiano, lo que le
inspiró conocer a Jesús.
La
historia fue contada por Kim Sang, una mujer cristiana, que pudo huir de la
persecución en Corea del Norte, y contar cómo el gobierno comunista restringe
el cristianismo y castiga severamente a los que abrazan la fe en Jesús.
El
cristianismo es un crimen en Corea del Norte, por eso los cristianos mantienen
su fe en secreto y esconden sus Biblias para no ser descubiertos. Incluso Kim,
no sabía que su padre era cristiano hasta que encontró un ejemplar de las
Escrituras en su casa. Se sorprendió más cuando se enteró que la vida de su
padre fue utilizada por Dios para la salvación de un oficial norcoreano.
El día
que Kim encontró la Biblia en el armario, se sorprendió y pensó en informar a
las autoridades. La confusión de no saber qué hacer, fue porque en Corea del
Norte, los cristianos son condenados a los campos de trabajos forzados e
incluso asesinados, simplemente por tener una Biblia.
Finalmente,
Kim le preguntó a su padre sobre el libro prohibido que guardaba en el armario.
"Él se sorprendió, se sentó a mi lado y me dijo: "¿Ves esos árboles
viejos? ¿sabes quién los hizo?. Le respondí que no sabía y me explicó toda la
historia de la creación, incluyendo cómo Dios creó a Adán y Eva".
Después
de eso, la madre de Kim comenzó a enseñarle a memorizar los versículos
bíblicos. Su padre le explicó el Evangelio y el plan de salvación completo, y
su abuelo le enseñó a orar.
El
padre de Kim solía reunirse con otras personas en un lugar secreto, donde todos
oraban juntos y estudiaban la Biblia.
"Un
día, mi padre fue a ver a un hombre que estaba muriendo", recordó Kim.
"Este hombre le confesó a mi padre que sabía toda su vida". "Yo
sé todo acerca de ti, tu familia y tu fe. Yo fui un espía y seguí tus
movimientos por mucho tiempo", le dijo el oficial.
El
padre de Kim estaba algo sorprendido por esa revelación, pero también tenía
curiosidad por saber por qué el hombre decidió decirle eso en su lecho de
muerte y por qué le pidió que lo viera.
Entonces
el oficial continuó con su declaración, explicando que fue tocado por el
testimonio de vida de aquel cristiano, que él espiaba durante tanto tiempo y
que ahora también quería entregar su vida a Jesús.
"Eres
un buen hombre", le dijo. "Nunca dije a nadie de tu fe. Dime ¿cómo
puedo ser también un cristiano?", dijo el oficial en su lecho de
muerte". En sus últimos momentos de vida, el hombre se arrepintió de sus
pecados y entregó su vida a Jesús.
Fuente: www.acontecercristiano.net
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